Compromiso ciudadano

Las sensaciones que dejan los resultados de las pasadas elecciones generales del 20-N no pueden dejarse de lado ni ocultar la reflexión. Se avecinan en los próximos tiempos un avance del conservadurismo y un retroceso de las políticas sociales, las que de verdad reducen las fracturas sociales y matizan o atenúan las desigualdades existentes. Y eso, no le pasa desapercibido a nadie con un poco de sensibilidad. Descorazonador.

Pero la recarga de baterías ha llegado de manera rápida e inesperada. Ayer, jueves 1 de diciembre, tuve la oportunidad de acudir a una manifestación convocada por tres Asociaciones de vecinos de la Ciudad: Cabildo de Arriba, Tetuán y Barrio Pesquero. Tres zonas históricas y emblemáticas de Santander. Y por desgracia, abandonadas, y a las que los equipos de gobierno municipal del Partido Popular las ha dado la espalda sistemáticamente.

La asistencia se pudo cifrar en dos centenares de vecinos, hartos del abandono de estas tres zonas. El Cabildo de Arriba, que languidece pese a que la muerte de tres personas en un derrumbe aun no juzgado, hace casi hoy cuatro años, activó de cara a la galeria las actuaciones municipales, pero la realidad, es que las cosas siguen casi igual. Tetuán, antigua zona de los pescadores de Santander junto con el Cabildo de Arriba, que tiene en sus entrañas un edificio en el que 29 familias vieron hace tres años arder sus viviendas y que el Alcalde no les permite rehabilitar amparándose en cuestiones técnicas que suenan a excusa. Y por último el Barrio Pesquero, el barrio marinero por excelencia y en el que las seguridad y calidad de sus viviendas se ve amenazado, y que el Alcalde de Santander les ha aprobado unas ayudas económicas que no son las que ellos piden y necesitan, y que además, no recibe ni escucha a los vecinos. La música de «vender la moto y no escuchar» empieza a ser muy repetitiva en esta Ciudad.

No es el número de personas que asisitimos a la manifestación por el centro de Santander, ni los problemas específicos que tiene y padecen estas zonas entrañables de Santander, el motivo que me lleva a escribir en mi blog.

Lo que vi fue personas comprometidas con su barrio, con su entorno. Conscientes que las cosas tienen que cambiar no sólo por su bien, sino también por el de sus vecinos, y el de las futuras generaciones que habiten en sus zonas. Vi compromiso decidido, un compromiso colectivo que me hace albergar esperanzas de que esta Ciudad puede cambiar.

De la resaca post-electoral gris y con panorama incierto, me he entrado en vena un compromiso ciudadano renovado. De la confianza que los centenares de personas concentradas en la Plaza del Ayuntamiento, y su portavoz, Yolanda Fernández me transmitieron, cuando leyeron el manifiesto conjunto y declararon, que siendo 10, 50, 100 ó 200, o 1.000, las necesidades de los barrios deben ser atendidas, y que la razón ampara al ciudadano que demanda mejoras en su calidad de vida. Que no es una cuestión de número, sino de bienestar para todos incluidos los que menos tienen.

Y asi, de buenas a primeras, pensaba acudir a una manifestación ciudadana, y volví a casa inyectado de un compromiso renovado con los ciudadanos de Santander, que me hacen albergar mucha esperanza y confianza en el futuro cercano. Toda una renovación de espíritu. Y falta hace.

4 comentarios en “Compromiso ciudadano

  1. Muchos ciudadanos estamos cansados de un gobierno municipal que le falta humildad, sensibilidad y escucha a las necesidades de los vecinos y le sobra altanería y la prepotencia de saber mejor que los propios vecinos lo que necesitan sus barrios.
    Los que nos manifestamos ayer y otros muchos que no asistieron, nos sentimos desatendidos en lo personal y desamparados en lo material…
    Esta manifestación de estas tres Asociaciones de Vecinos (esperemos que se unan más, estamos en ello) es la primera de muchas. Compartimos muchas cosas. Cosas de historia y de pasado, pero sobre todo, ante nosotros se abre, porque así lo hemos decidido, un espíritu de compromiso y lucha ante situaciones que nos afectan. Ayer fue en el Cabildo, en proximos días en Tetuán y Bº Pesquero.
    No me extraña lo que comentas en tu escrito. Yo siento lo mismo. Ilusión por cambiar, compromiso mutuo, lucha por mejorar condiciones, contribución (con mi pequeña aportación) para reivindicar derechos,…
    Con manifestaciones como la de ayer, he vuelto a descubrir al vecino, con todo lo que ello conlleva (apoyo, ayuda mutua, solidaridad, compromiso por un objetivo común).
    ¡Ah, se me olvidaba!. Gracias por tu participación en la manifestación y por tu apoyo.

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  2. Lamentables son las circunstancias que han motivado que estos ciudadanos salgan a la calle a protestar. Pero, cierto es que esas circunstancias son antiguas ya. Las vienen padeciendo hace años. Como cierto es que tenemos el ayuntamiento mas incompetente del país. Pero tampoco es nuevo. Lo venimos padeciendo los ciudadanos desde hace muchos años.
    Las elecciones municipales no han sido hace tanto, y el partido que ha situado a esta privilegiada ciudad en los últimos números de la lista del país, ha vuelto a ganar por mayoría. Y eso a mi también me hace reflexionar. ¿ Primero se les vota y luego se protesta por sus actuaciones?. ¿O por falta de ellas?
    Por que si uno mira un plano de la ciudad, es mayor la superficie de ciudad que podríamos denominar empobrecida o deprimida, que de ciudad rica. Para hacer esa clasificación podríamos tener en cuenta factores como la calidad de la construcción de los edificios de esas zonas. Los edificios que tienen ascensor.. etc. Y esas zonas «ricas» ocupan una pequeña parte de la superficie de la ciudad. ¿A donde quiero llegar?. A que en Santander hay mas gente de clase media o media baja que gente rica. Que son estos últimos los que supuestamente se podrían relacionar con ser votantes del partido que nos gobierna desde hace muchos años. Eso quiere decir, que mucha de la gente afectada por el abandono del ayuntamiento para con su barrio o para con su misma persona, ha votado a ese partido. Por lo que no entiendo nada.
    Esto es solo una reflexión, no puedo asegurar nada. Es posible que ninguno de los ciudadanos que ayer han salido a protestar hayan votado al partido gobernante. Por lo que no puedo generalizar ni sentenciar nada. Y por supuesto. Aunque estos ciudadanos hubieran votado a ese partido, no se merecen sufrir ese maltrato. Ni yo personalmente me alegraría de ello aunque hubieran sido votantes del mismo.
    El caso es que, muchas veces tenemos lo que nos merecemos. Que por dios, seguro que no es este caso. Este caso me ha provocado esta reflexión y punto. Pero muchas veces por desgracia es así. Primero les votamos. Sabiendo perfectamente que personas son y cual es su política. Y luego nos quejamos.
    Deseo que sea el caso que sea el de estos ciudadanos, quiero decir. Que hayan votado a quien hayan votado. Sus problemas se solucionen cuanto antes.
    Yo vivo en un barrio de los mas céntricos y abandonados de la ciudad. Al que el ayuntamiento maltrato de mala manera hace poco. Conseguí reunir firmas de la mayoría de los vecinos para presentar la protesta en el ayuntamiento. Pero no conseguí mas. La gente pasó de todo. Así nos va.
    Estos ciudadanos me merecen un gran respeto y envidia por haber conseguido ser conscientes de su problema. Y de que su problema tiene culpables. Y por haberse puesto de acuerdo para protestar públicamente. Que me parece el mejor de los medios.
    300 firmas presenté yo en el ayuntamiento para solicitar que no se llevara a cabo una modificación muy perjudicial para el barrio. Perjudicial social y economicamente. La mayoría de vecinos del barrio. Me reuní con todos los concejales implicados representando a 300 personas. Que no es poco. ¿Pero?. Salvo un puñetazo en la mesa por parte de un déspota que ejercía de concejal no conseguí nada. Convoque una manifestación a la que no vino nadie. Los vecinos de mi barrio han preferido tragar con todo. Y cuando digo todo es mucho. Pero no bajaron al ayuntamiento a protestar. Que eso es lo que hubiera surtido efecto.
    Así que animo a estos vecinos afectados por el ayuntamiento a que sigan saliendo a la calle y haciéndose oír.
    Y, en la medida de lo posible. Las próximas elecciones. Que la gente se lo piense dos veces antes de escoger la papeleta electoral.

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  3. Se dice que los santanderinos, y los cantabros en general, somos personas muy individualistas, poco dados a asociarnos a la hora de perseguir un objetivo común. Ese es un componente básico para la resignación: el aceptar las cosas como son, sin reflexionar hastá qué punto hemos podido contribuir a esas situaciones de las que nos quejamos y sin plantearnos que la unica forma de que las cosas cambien es tratando de cambiar las cosas. Afí es donde volvemos a empezar el argumento cuando las personas nos decimos «y que voy a conseguir yo sólo».
    Permitirme un pequeño cuento:
    «El bosque está en llamas y, mientras todos los animales huyen para salvar su pellejo, un colibrí recoge una y otra vez agua del rio para verterla sobre el fuego.
    – «¿Es que acaso crees que con ese pequeño pico vas a apagar el incendio?», le preguntó el león.
    – «Yo sé que no puedo sólo», respondió el pajarito, «pero estoy haciendo mi parte».
    Hagamos cada uno nuestra parte, por modesta que sea. Animemos a los que nos rodean a que hagan lo mismo. Contagiemos nuestro compromiso.
    Seamos conscientes de que la pasividad y la resignación de los vecinos estimula las actitudes prepotentes y caciquiles de quienes nos gobiernan.

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    • Bonilla:

      Siguiendo con el desarrollo del cuento y de la poesía de Miguel Hernández “…caminante no hay camino, se hace camino al andar”, así se comienza.

      El ejemplo de la acción individual y colectiva, la suma de acciones y opiniones y sobre todo la constancia en la reivindicación de las causas justas suele dar fruto, aunque no de forma inmediata. Sí además de ello existe una organización, los ejemplos trasmitidos al conjunto de la población calarán entre los representantes electos y forzarán un modelo distinto de la gestión pública.

      Un saludo…. y seguimos.

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