No quiero dejar pasar esta oportunidad para hablar de la noticia de este fin de semana: el «Rescate» a la banca española, llamada por el gobierno y sus altavoces mediáticos «Préstamo»o «Línea de Crédito», por importe de hasta 100.000 millones de euros. Una cifra desorbitante cuando a los ciudadanos, muchos, que lo están pasando mal, nadie les rescata.
La inmoralidad de los despilfarros y mala gestión del sistema financiero estos últimos quince años, siendo condenable, se iguala al campeonato de eufemismos, o «palabros», con que se intenta disfrazar el asunto. Nauseabundo.
Como lo fue y lo he denunciado hace menos de tres meses, en el Pleno del Ayuntamiento de Santander: se vendió como un préstamo de 24 millones de euros del Ayuntamiento para pagar facturas de años anteriores, cuando realmente ha sido otro Rescate.
Supondrá subidas bestiales de impuestos como el IBI, la pasada semana se pasó al cobro, y pronto lo veremos en mas impuestos y tasas municipales, hasta el año 2.022. Y sobre todo un descenso de la inversión municipal, recortes al fin y al cabo, a quienes mas lo necesitan.
En Santander nos rescataron hace tres meses, y ya vemos las consecuencias poco a poco. Me temo que en el conjunto del Estado, la coyuntura de mas recortes todavía, comenzará a notarse en breve.
Nuca los eufemismos hicieron tanto daño a la ciudadanía.
No lo llames rescate; SALVACIÓN ES MÁS CATÓLICO.
Espero que estas reflexiones que apuntas sean difundidas por algún medio de comunicación, tal vez así las «buenas gentes de Santander» dejen de padecer en silencio al niño bonito.
Muy bonita la fotografía, espero que no os acusen de haber tirado el puente del diablo
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Se suele emplear la palabra rescate, entre otras, cuando existe un secuestro. ¿Estabamos los ciudadanos, pues, secuestrados?. Opino, que aunque desde un punto de vista superficial no lo pareciera, analizándolo más profundamente puede tener su lógica: estamos secuestrados por el sistema financiero vigente y por los políticos que lo han favorecido.
¿Pero el rescate favorece al secuestrado ciudadano?. En este caso, no. Favorece a quien secuestra y va a suponer para el ciudadano más recortes en sus derechos y más impuestos para satisfacer al secuestrador.
Definitivamente han sido los bancos y los dirigentes políticos los que han vivido por encima de sus posibilidades y somos los ciudadanos los que tenemos que pagar su irresponsabilidad. ¿Hasta cuándo?.
P.D.: Gracias Paco. Es un placer leerte
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Impresionante fotografia, hecha en el desaparecido Puente del Diablo del sitio de Cueto.
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Santander debe 127 millones de €. Alguno podría decir «tampoco es tanto», ya, pero si lo pasamos a pesetas, la cosa cambia, 21.100 millones de pesetas. Una barbaridad.
Y, encima, se adeuda otros 4.000 millones más porque no tiene un duro.
A mi casa ya ha llegado el impuesto del IBI y la subida ha sido brutal, aún falta que lleguen las tasas del agua y basura, que serán también un barbaridad.
¿La culpa es de Zapatero? ¿O acaso no será culpa de todos y cada uno de los alcaldes del PP que hemos tenido en esta nuestra ciudad?
¿Por qué zonas como el Paseo de Pereda han sido reformadas 200 veces y otros barrios no se han tocado en décadas? Ayer te oí decir que hay calles que no se tocan desde la época de Hormaechea. Mi calle, por ejemplo, salvo por un asfaltado, en mis casi 30 años de edad no se ha tocado. Y hay barrios que ni eso.
Todavía me acuerdo hace años cuando se arregló una calle, y a la semana la volvieron a abrir para volver a pintarla.
General Dávila ha sido abierta un mínimo de 5 veces en los últimos 4 años.
Gastos innecesarios que indican una malísima planificación municipal.
Si ya hasta hace poco las obras las pagaban otras administraciones con este rescate, y con la situación actual del país, veremos cómo no se invierte apenas en los barrios e infraestructuras.
¿Dónde queda el tranvía? ¿dónde queda la unificación de Las Estaciones? ¿Y el túnel que querían hacer en Peñacastillo? ¿y el famoso ascensor con vistas panorámicas? ¿y la Carta de Capitalidad? Seguro que me olvido de muchas otras obras prometidas.
Salvo esta última, no hemos vuelto en el año que lleva Ignacio Diego desgobernando Cantabria a volver a oír sobre el tema. Parece que todo se ha solucionado de un plumazo.
Y todos sabemos que es mentira.
Qué pena me da ver cómo ciudades de nuestro entorno están creciendo y creciendo y Santander sigue estancada. Como pongamos casos como Vitoria, Pamplona o Burgos, nos quedamos a la altura de la suela del zapato.
Pero nada. Nos siguen engañando. O mejor, al resto de la ciudad, que debería de viajar un poco más y mirar alrededor. Se les caería el alma a los pies. Pero mejor es mirarse el ombligo y creerse el centro del mundo, o la capital de España.
Pobre Santander.
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