Solidaridad en la Economía: una posible salida a la crisis

Hoy la Humanidad y los Gobiernos de todo tipo y todo color tiene ante sí desafíos fundamentales: una crisis económica y financiera como no se ha conocido en más de 80 años, una crisis de empleo con cifras de paro y precariedad laboral crecientes, y una crisis política e institucional cada día más evidente.

Es decir, la persona en su globalidad de facetas (económica, laboral, de ciudadanía, etc.), pasa por unos momentos de gran zozobra. Y es en esta situación de reconstrucción, en la que aspectos como la Economía debe redefinirse. No sólo en renovar conceptos como el beneficio, sino además, incorporando poco a poco  valores como la Solidaridad y centrando su finalidad en las personas y sus necesidades.

La Solidaridad, como la eficiencia, la cooperación y las necesidades humanas han estado muchas veces alejadas del mundo de la Economía clásica. Y en este estado de cosas, y más que nunca, deben incorporar a la Solidaridad en la búsqueda de un nuevo equilibrio entre la Economía y su racionalidad práctica.

Supone, entre otras cosas, que conceptos como la participación, el consenso, la democracia y la cooperación tomen mayor protagonismo en la Economía.

Y existen muchas experiencias en la Economía Social. Entidades como las cooperativas, las sociedades laborales, las asociaciones y fundaciones, las mutualidades, la banca ética, los centros especiales de empleo y de inserción social…, ya dan muestras de ello en su día a día.

En Cantabria, existen Asociaciones que aglutinan todas las iniciativas en torno a la Economía Social, y centradas  en difundir y ofrecer apoyo a todas las iniciativas que va surgiendo en este terreno. Un sector que tiene muchas posibilidades de crecimiento y desarrollo, en comparación con territorios como el País Vasco, donde el modelo de la Economía Social está más implantado.

Una labor que más que nunca merece reconocimiento y apoyo institucional en Cantabria, pudiendo ser un sector emergente de Cantabria si se saben hacer bien las cosas

Sería muy largo de relatar las ventajas que pueden encontrar estas fórmulas de Economía Social, pero quisiera quedarme con las tres más evidentes:

 1. Se promueve la igualdad en las relaciones y equilibrio de todas las personas que participan en estas entidades empresariales, y sus beneficios revierten en nuevos proyectos e iniciativas cuyo objetivo último será siempre la Solidaridad con terceros.

 2. Se otorgan mayores posibilidades de contar con proveedores de Proximidad de ámbito local lo cual va a reforzar nuestro tejido empresarial y nuestro entorno social más cercano.

3. La propia supervivencia de estas entidades estriba en la tendencia a la Innovación (tan necesaria en nuestros días) porque es la única seguridad para su independencia funcional y empresarial, puesto que si no hay innovación las “grandes empresas” tradicionales te superan.

Nunca existe una única solución a un problema global como el que nos ocupa. Y seguro que hay muchas soluciones. Pero estoy convencido que poner más Solidaridad en la actual Economía, con todo lo que ello conllevaría, aportaría mejoras a la situación de la Economía. El Individualismo y la especulación económica ya sabemos lo que han dejado tras de sí.

Quizá la salida a la crisis debiera partir de una gran “cooperativa de ideas” o una “asociación esfuerzos”,  en que muchos pudieran aportar y enriquecer soluciones. Sería el mejor ejemplo para ilustrar esta Tribuna.

Artículo publicado en «El Diario Montañés» de 12 de agosto de 2.013

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