Ha pasado un año, o 365 días desde que decidí abandonar mi militancia en el PRC y mi acta de concejal en el Ayuntamiento de Santander.
Las razones que en su momento me llevaron a tomar esta decisión, se han visto respaldadas con el paso del tiempo y una elecciones autonómicas y municipales de por medio.
La situación por la que pasa Santander y Cantabria, pasado un año sigue igual. Perdón, a fuer de ser sincero hemos perdido un AVE en el camino. Cuantos ríos de tinta innecesarios provocó su debate y a cuanta gente ha beneficiado polemizar sobre este tema para no hablar de otros que de verdad preocupan, y mucho, a los ciudadanos a pié de calle.
El tiempo ha reafirmado la decisión tomada hace 365 días. Pero los hechos que me llevaron a dimitir, uno a uno han ido produciéndose. Tristemente, añado. Aunque al menos, no es consuelo, mi conciencia viaja en Cercanías.