La frase con la que el recién elegido Presidente de los EE.UU, Donald Trump, finalizaba sus mítines: What do you have to lose?, es el resumen de los porqués de su victoria.
Ante un panorama de crisis económica y social de gran parte del electorado blanco de EE.UU, este simple mensaje ha llegado a millones de ciudadanos desesperanzados del establishment norteamericano.
Los engaños y promesas incumplidas de las élites, los poderes financieros de Nueva York y ese continuo «House of Cards» de los políticos de Washington DC han sido el caldo de cultivo donde un personaje populista han permitido que un discurso machacón como el de Donald Trump vaya a alcanzar la Casa Blanca.
La falta de respuesta de los políticos y partidos «tradicionales», bien porque no han cubierto expectativas de muchos colectivos, bien porque no han cumplido promesas electorales del pasado, o bien porque no han hecho pedagogía de los logros conseguidos estos años, es una de las claves de los resultados de las Elecciones Presidenciales de EE.UU..
«Nadie os da nada, os han prometido de todo y nada habeis conseguido. ¿Qué teneis que perder votándome?.»
Hasta los que no saben mucho inglés lo entienden.