El Parque de Mendicouage se trata del ejemplo mas paradigmático del parque de proximidad a un barrio que tenemos en Santander. Disfrutan o disfrutaban de él unos 3.000 usuarios, principalmente personas mayores y niños y cuenta con 172 árboles, con 49 especies arbóreas diferentes.
Es un Parque que además, surgió de la reivindicación y la lucha vecinal cuando la fábrica de curtidos que da nombre al Parque cerró y se consiguió recuperar dicho espacio para la ciudad hace ya mas de veinte años, época además, en la que me encontraba estudiando Bachillerato en el cercano Colegio La Salle, apenas a 20 metros del Parque, y que conocí desde las primeras concentraciones vecinales.
El Alcalde de Santander, hace ya mas de 3 años decidió ubicar un aparcamiento en el subsuelo de dicho Parque, en un proceso de toma de decisión en el que escuchó a unos vecinos, y a otros no.
Es más, a un colectivo importante de ciudadanos que no escuchó, no sólo no les escuchó, sino que les despreció, y no tuvo en cuenta sus propuestas alternativas a dicho aparcamiento que hubieran hecho sostenible el Parque y la construcción de un aparcamiento en un espacio contiguo. Incluso les situó bajo sospecha, cuando se investigó los escritos de firmas de aquellos vecinos que firmaron a favor del Parque, así como datos individuales de los mismos.
En el proceso de adjudicación del aparcamiento , que ya en su momento desde el Grupo Municipal Regionalista calificamos de poco transparente, se otorgó la concesión del aparcamiento por una cantidad sensiblemente inferior a la que figuraba en los Presupuestos Municipales (solo se obtuvieron 600.000 euros de 1.560.000 euros), perdiendo la ciudad casi un millón de euros en su posible adjudicación según la cantidad estimada en un inicio.
¿Y en que situación ha quedado el Parque y los vecinos del barrio?. En primer lugar, se ha creado un conflicto vecinal que ha supuesto una división, dos bandos, que perjudica a la convivencia diaria en el barrio. Y este dato no habla bien de quien gobierna en el Ayuntamiento y está para favorecer la convivencia y el entendimiento de todos los ciudadanos. Un Alcalde que con sus actuaciones genera cicatrices sociales en los barrios de la ciudad no es un buen síntoma.
Además, no se da respuesta a las necesidades de los vecinos de la zona. Un concepto muy de moda en la actualidad es el NI-NI, y muy aplicable al caso que nos ocupa. Ni Parque Ni Aparcamiento. Es la triste hoja de servicios del Alcalde de Santander, que NI hace una cosa NI permite la otra.
Pero a toda esta situación se le añade que en octubre de 2009, es decir, hace ya año y medio, se cerró con una valla perimetral, el Parque de Mendicouage, con el pretexto del comienzo de la construcción del aparcamiento. La obra no comenzó. Pasados ya 18 meses, el Parque, tan necesario para los vecinos, sigue cerrado para el disfrute de los vecinos, y sigue sin darse respuesta ante el secuestro de una zona verde.
Con el paso del tiempo, se ha agravado la situación de abandono que presenta el Parque, a la espera de la actuación, y que puede suponer un foco de suciedad e insalubridad.
Ni se adecenta el Parque, ni se retiran las vallas, tras lo expresado el Alcalde en el Pleno de este mes. Es decir, continua el secuestro que hace mas de tres años emprendió el Alcalde, tomando como rehén al Parque de Mendicouage.
Las urnas y los ciudadanos en mayo tienen la palabra para su liberación de una vez por todas y que los vecinos puedan disfrutar de él tras el cautiverio.
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