La vitalidad de Santander

VITALIDAD

Llama la atención el inusitado interés que muestran los partidos políticos, sindicatos, grupos de investigación y agentes sociales en estudiar todo lo que sucede con Santander y su situación actual. Y , sin embargo, cuando no hay vitalidad, por el contrario, la ciudad languidece. Sigue leyendo

Sin Equidad no hay Calidad

El debate en las últimas semanas y meses en torno a la contrarreforma educativa planteada desde el Gobierno, y a vueltas con el concepto de la “Calidad” en la educación, ha dejado de lado otro tema, a mi modo de ver, fundamental para el éxito de nuestro sistema educativo y sobre todo para la cohesión de nuestra Sociedad: la “Equidad”. Sigue leyendo

Yo planeo, tu planeas, él planea…

Interrumpo este período vacacional asombrado ante el furor de Planes que quiere volver a situar en la agenda política el Alcalde de Santander, Iñigo de la Serna: Plan estratégico 2020, Plan General de Urbanismo (PGOU), y todo para este mes y próximos plenos municipales.

Y digo asombrado, porque lo que vive Santander, y en general la coyuntura en el Estado, es una enorme crisis económica con dos orígenes, el financiero y el inmobiliario. Y para dar solución a esta crisis económica, y que Santander esté mejor preparado para superar esa crisis, es resucitar al final del verano dos Planes, uno de Urbanismo (no se han debido enterar en los gabinetes de la Casona municipal de la enorme crisis de ladrillo), y otro Estratégico, que da vueltas sobre lo mismo: la construcción y perpetuar un modelo productivo caduco para Santander. Pretenden curar una pulmonía doble con dos conferencias magistrales.

Santander necesita muchas cosas para poder salir con buen pie y cuanto antes de esta situación, pero no más Planes. Necesita más sentido común y más acciones concretas que nos alejen de un modelo productivo que se ha demostrado que no sirve.

Y sobre todo, que quienes han situado a Santander en esta situación de parálisis total de la ciudad, la derecha de toda la vida, que ha gobernado «siempre», es muy poco creíble que sea capaz de sacarnos de ésta. Quien genera un problema, no puede arrogarse el pretender sacarnos de esta coyuntura económica y social, y encima, de la manera que lo está haciendo: despreciando sistemáticamente a la oposición y a colectivos sociales que representan intereses ciudadanos.

Ha sido la manera unilateral de hacer las cosas de la derecha en Santander durante décadas, las que han situado a Santander como ciudad basada en el exceso de ladrillo y segunda vivienda, con un tejido industrial débil, despoblación de su centro urbano, expulsión de la gente joven a otros municipios del entorno de la Bahía de Santander…

Han hecho y deshecho a su antojo, y pretender seguir haciendo una política-ficción de «Plan va y Plan viene», con desprecio a quienes tienen opiniones enriquecedoras al respecto, supone cuando menos un acto de temeridad política, que puede tener en el futuro consecuencias demoledoras. Es una «patada adelante» con nulas consecuencias positivas para los santanderinos.

Por eso, en lugar de conjugar el verbo «Planear», pediría que se conjugara el verbo «Escuchar», o quizá el verbo «Aunar».

Labor de oposición

Dentro de mis labores cotidianas, en la mañana de hoy he tenido oportunidad de pedir información dentro de la Comisión de Desarrollo Sostenible (Fomento e Infraestructuras) del Ayuntamiento de Santander acerca de la supuesta licencia de obras del controvertido Centro que la Fundación Botín quiere desarrollar y construir en el muelle de Albareda.

La respuesta del equipo de gobierno municipal,  ha sido muy escueta: Existe licencia de obras municipal para dicho Centro desde el día 21 de junio (no se me ha mostrado ni se ha dado más detalles), y no consta ingreso económico alguno en el Ayuntamiento de Santander por dicho concepto a fecha de hoy. No se han ofrecido más datos, pero es una información oficial proporcionada en Comisión Informativa.

Es mi derecho y deber al mismo tiempo, como concejal de la oposición, realizar estas preguntas y fiscalizar al equipo de gobierno municipal. Y, de la misma manera, trasladar a la sociedad y a la opinión pública toda la información posible. La labor de oposición supone control y fiscalización del gobierno municipal y sus actuaciones.

A pesar de quienes deslizan opiniones interesadas acerca de que en el Ayuntamiento de Santander ni ha habido históricamente, ni existe oposición en la actualidad, sigo defendiendo la labor de oposición municipal que se hace en Santander. Y este cuaderno de notas va recogiendo testimonio de ello un largo tiempo.

Lo llaman Préstamo cuando es un Rescate

No quiero dejar pasar esta oportunidad para hablar de la noticia de este fin de semana: el «Rescate» a la banca española, llamada por el gobierno y sus altavoces mediáticos «Préstamo»o «Línea de Crédito», por importe de hasta 100.000 millones de euros. Una cifra desorbitante cuando a los ciudadanos, muchos, que lo están pasando mal, nadie les rescata.

La inmoralidad de los despilfarros y mala gestión del sistema financiero estos últimos quince años, siendo condenable, se iguala al campeonato de eufemismos, o «palabros», con que se intenta disfrazar el asunto. Nauseabundo.

Como lo fue y lo he denunciado hace menos de tres meses, en el Pleno del Ayuntamiento de Santander: se vendió como un préstamo de 24 millones de euros del Ayuntamiento para pagar facturas de años anteriores, cuando realmente ha sido otro Rescate.

Supondrá subidas bestiales de impuestos como el IBI, la pasada semana se pasó al cobro, y pronto lo veremos en mas impuestos y tasas municipales, hasta el año 2.022. Y sobre todo un descenso de la inversión municipal, recortes al fin y al cabo, a quienes mas lo necesitan.

En Santander nos rescataron hace tres meses, y ya vemos las consecuencias poco a poco. Me temo que en el conjunto del Estado, la coyuntura de mas recortes todavía, comenzará a notarse en breve.

Nuca los eufemismos hicieron tanto daño a la ciudadanía.

Desmontando falacias (1ª parte)

Falacia: «Dícese del argumento presentado como verdadero en una afirmación, pero que sólo lo es aparentemente»

Dentro de este cuaderno de notas virtual, quiero abrir un apartado especial para desmontar una a una las falacias que el Alcalde de Santander, Sr. de la Serna, lanza a través de sus declaraciones públicas, día tras día.

Comenzamos por la mas reciente de sus afirmaciones, en el Pleno extraordinario de 14 de mayo, en relación con la subida/hachazo que ha llevado a cabo el Partido Popular en el Ayuntamiento de Santander a través del Impuesto de Bienes Inmuebles (I.B.I.).

La falacia del Sr. de la Serna dice asi: «El IBI que se recauda en Santander es de los más baratos en presión fiscal y con uno de los tipos impositivos más bajos que tienen ciudades similares al tamaño y situación que Santander». Dicho así, y creyendo el aserto, debiéramos dar gracias al Alcalde por su generosidad fiscal facilitando que Santander sea un «paraiso fiscal» en materia de IBI. Eso es lo que vende.

Vayamos a los datos, pues la crisis, ademas de destruir empleo y riqueza está acabando con los tiempos de políticos que venden humo y mercadotecnia. Es más. De aquellos polvos, vienen estos lodos.

Escogeremos cuatro ciudades cercanas a Santander del norte peninsular, dentro del eje Cantabrico-Valle del Ebro, como Bilbao, San Sebastián, Pamplona y Logroño, y examinaremos el esfuerzo fiscal que realiza cada habitante en matera de IBI:

CIUDAD RECAUDACION I.B.I. (2.012) HABITANTES (según INE) ESFUERZO FISCAL POR HABITANTE
BILBAO 45.620.000 euros 352.700 129,34 euros/habitante
LOGROÑO 28.950.000 euros 152.641 189,66 euros/habitante
PAMPLONA 25.700.000 euros 197.932 129,84 euros/habitante
SAN SEBASTIAN 36.948.034 euros 186.185 198,44 euros/habitante
SANTANDER 46.445.242 euros 179.921 258,14 euros/habitante

Destaca que Santander es con diferencia de las ciudades de este entorno que exige mas esfuerzo fiscal en tributación de IBI con una media de 258 euros por habitante. Sobran las explicaciones pues los datos hablan por si solos.

La afirmación del Alcalde, presentada como verdadera, resulta que a la vista de las cifras y las ratios, no lo es tanto ya.

Pero si nos vamos al Tipo Impositivo del IBI, cuestión de la que también el Alcalde alardeaba, en el sentido de tener el tipo impositivo mas bajo de todas las ciudades de similar población, baste un par de ciudades similares a las que él gusta comparar, para poder comparar:

CIUDAD TIPO IMPOSITIVO %
PAMPLONA 0,35% valor catastral
SAN SEBASTIAN 0,18% valor catastral
SANTANDER 0,52% valor catastral

San Sebastián, capital europea de la cultura en 2016, tiene un tipo impositivo del 0,18%, cuando Santander tiene este año el 0,52%, casi tres veces superior. De Pamplona quiso comparar su Carta de Capitalidad y muchas más cosas, y tiene este ejercicio el 0,35%.

Si Santander debe compararse en este tipo de índices, San Sebastián o Pamplona debieran de ser una de esas ciudades, sin irse hasta Aalborg (Dinamarca) para encontrar que es lo inteligente para una ciudad… y sus ciudadanos.

Ah, y ya que el Alcalde va a firmar pronto un Convenio de Colaboración con Bilbao, lo cual celebro desde aquí, sería bueno que pida al Alcalde Bilbao, Sr. Azkuna, como Bilbao tiene  cero euros de deuda municipal, y Santander, con la mitad de habitantes, tiene una deuda viva de mas de 130 milllones de euros, merced a la deuda histórica que el Partido Popular ha ocasionado a la ciudad. Eso si que sería un buen aprendizaje vía convenio de colaboración entre ambas ciudades.

Por tanto, el Alcalde no dice la verdad, en materia de IBI. No sabemos si consciente o inconscientemente. El problema es que el Partido Popular no puede admitir el colapso financiero de las arcas municipales que le empuja a la asfixia fiscal de los ciudadanos a través del IBI.

Mientras, seguiremos «desmontando falacias»…

Reivindicar derechos

Siempre es de agradecer que te inviten a compartir cuestiones relacionadas con las personas con discapacidad. Durante la vida, cada uno recogemos experiencias y vivencias que crecen cada día. Cuando las difundes tienes la sensación que se ha hecho mucho, y que queda mucho por hacer.

Así me sentí con la invitación que la Asociación de Sordos de Santander y Cantabria me realizó para dar una charla el pasado dia 4 de mayo con el título «Barreras de Comunicación y Personas Sordas». Toda una experiencia reencontrarme con tanta gente conocida y con la que me inicié en mi experiencia laboral en el mundo de las Personas Sordas. Supuso volver a mis orígenes. Como en mi casa.

Dando un repaso a la legislación actual en materia de Barreras de Comunicación y los avances conseguidos en los derechos de las Personas Sordas llegamos a una conclusión agridulce: se ha avanzado mucho en 30 años, pero también queda mucho más, y la actual stuación de crisis económica supone una amenaza de retroceso en cierto derechos (pocos aún) que las Personas Sordas han conseguido socialmente.

La única salida a esta situación es reivindicar socialmente estos derechos, no bajar la guardia en materia de derechos que no pueden estar en juego cuando de dinero hablamos: derechos fundamentales como recibir educación en Lengua de Signos, suprimir las Barreras de Comunicación en los servicios públicos, etc.

Un placer haber compartido estas mas de dos horas que duro la charla-coloquio, cuando además uno, puede jugar en casa, como es el caso.

Diferentes medios se hicieron eco de la conferencia, entre ellos, un medio muy querido para mi, y de la Comunidad Sorda, como DiarioSigno.com que hizo su propia crónica de la misma. Se puede leer en este enlace: http://www.diariosigno.com/index.php?action=muestraNoticia&parameter=17668&menu=muestraMenu&pmenu=2

«Los derechos nunca se regalan, siempre se reivindican y conquistan».

Charla Coloquio en Asociación Sordos Santander y Cantabria

Cohesión social y territorial para ser Ciudad Inteligente

La ciudad de Santander ha iniciado la carrera para llegar a ser una «Ciudad Inteligente». Bonito objetivo que defiendo personalmente, pero con un muy largo camino que queda por recorrer.

Para llegar a ese punto, sin duda la primera prioridad a cubrir se trataría de la cohesión social y territorial, es decir, frenar dos tendencias presentes en Santander en 2.012: por un lado, la segregación social de la ciudad, entre barrios de primera y barrios de segunda, y por otra, la falta de accesibilidad de muchas zonas de la ciudad para dar cabida a colectivos excluidos como niños, mayores y personas con discapacidad.

Un centro de la ciudad cada dia mas despoblado y con barrios marginales crecientes, zonas «altas» como la ladera sur y norte del Paseo del Alta (Gral.Dávila), y la calle Alta, y zonas con escasez de equipamientos como la zona de Castilla-Hermida y Barrio Pesquero, conforman un panorama de un «Santander a dos velocidades».

La consecución de esta cohesión social y territorial exige como condición «sine quan non», por generar recuperación de barrios degradados a través de viviendas de promoción y asequibles, construcción de escaleras mecánicas en barrios inaccesibles, y una mejora distribución de los recursos públicos: zonas verdes, equipamientos, dotaciones y servicios.

¿Con que objetivo? En el primer peldaño de la consecución de «Ciudad Inteligente», debe estar equiparar condiciones de vida de todos los santanderinos sea cual sea su lugar de residencia y su origen social. La prioridad es que la ciudad sea «inteligente» redistibuyendo los recursos y transformando cada uno de sus rincones.

Ello implica, además de la colaboración pública-privada imprescindible, la apuesta desde las instituciones públicas por intervenir de manera decisiva en este punto. Y sobre todo, desde el presupuesto municipal, que en los últimos años, ha sido la verdera cenicienta en la ejecución del presupuesto del Mandato del Alcalde de la Serna.

El mal llamado «plan de ajuste» municipal aprobado recientemente, pues es realmente un «plan de rescate» en toda regla, tiene entre sus muchos sacrificios, la inexistencia en la práctica de capítulo de inversiones municipal hasta el año 2.014, y hasta 2.022 un capítulo de inversiones perfectamente intervenido y nada exhuberante.

Este dato de falta de inversiones desde el presupuesto municipal de Santander, fruto de la deuda y la mala gestión del Partido Popular en Santander desde el principio de los ayuntamientos democráticos, arroja un escenario de dificultad añadida en el camino hacia la «Ciudad Inteligente».

Quería compartirlo porque Santander tiene ciudadanos «Inteligentes», y muchos. Aunque no se avanza con paso firme hacia una «Ciudad Inteligente».

Nunca más

El 8 de octubre de 2.008, una explosión de gas y un incendio posterior, en circunstancias aún no bien explicadas de los números 41, 43 y 45 de la Calle Tetuán, provoca el desalojo de las 29 familias que habitan en él.

Las circunstancias del suceso me hizo implicarme a mi y a todo el grupo municipal regionalista en una situación dramática para las familias afectadas, y para ello, propusimos una bateria de medidas para hacer más facil el regreso a sus viviendas, aportando nuestro pequeño granito de arena para los vecinos. Poco o nada obtuvimos del equipo de gobierno municipal. Solo recurrir «a la normativa vigente», que ellos mismos imponen con su mayoria absoluta. Y «cero» voluntad política.

En el camino, muchas protestas vecinales para recibir algo tan sencillo como la licencia de obras para rehabilitar el edificio, que el equipo de gobierno denegó, alegando estar el edificio fuera de ordenación.

La mayoria de los vecinos propuso una modificación puntual del PGOU para adecuar esa situación. Tampoco quiso el equipo de gobierno. Sin embargo, otros edificios más emblemáticos seguro que tendrán su modificación puntual del PGOU, si ello fuera necesario.

Muchas personas mayores y legítimos habitantes de esas viviendas han ido falleciendo en estos 41 meses. Los que sobreviven, han luchado hasta la extenuación por poder tener la oportunidad de regresar a sus casas. Se han encontrado de frente con la ruina del edificio decretada por el Alcalde de Santander. Sin solución ni oportunidad para la enmienda.

Y hoy me dicen al oido, que la ejecución de la ruina y el derribo del edificio es más que inminente. Un cúmulo de hechos que imposibilitaron que unos vecinos, que se vieron desalojados de sus viviendas hace tres años y medio, hayan podido volver a sus hogares. Sin una explicación a todo lo que ha pasado, ni porque desde el primer dia se deja deteriorar el edificio mucho más de lo que el incendio produjo, ni se tomaron medidas rápidas y directas destinadas a proporcionar cobertura técnica y jurídica a la rehabilitación de los números 41, 43 y 45 de la calle Tetuán al día siguiente del incendio.

Para esto deberíamos estar los servidores públicos, para ayudar a la gente, y evidentemente, en la calle Tetuán, eso no fue así. Eso no puede pasar más. Nunca más.

Recordando buenos momentos

Hoy he tenido la oportunidad de asistir al Colegio La Salle, en su Semana  Cultural, para hablar de nuestro «paso por el colegio a la política». Una amable invitación del mi Colegio, después de 24 años que hace que finalice mis estudios allí.

Dos horas amenas con un auditorio de 4º de la E.S.O., y en el que pude compartir con Jaime Blanco (PSOE), Juan Mazarrasa, Miguel Saro (IU) y Daniel Portilla (PP) nuestras vivencias en el Colegio y las inquietudes que tenemos cada uno en la política.

Nos faltó tiempo, pues el tema da mucho de si, pero entre anécdotas y vivencias de cada uno, me pude dar cuenta que a pesar de las diferencias ideológicas de cada uno, hay cosas que nos unen y en las que mucho tiene que ver lo vivido y aprendido en el Colegio del antiguo Paseo del Alta que cumple 72 años establecido alli.

La moderación de Jose Javier y la amabilidad de profesorado y dirección hicieron el resto. Merece la pena reencontrarse con los buenos momentos del pasado, y uno de ellos, el Colegio La Salle.

La prueba del algodón no engaña

Una de las características de la última legislatura (2007-2011) en el Ayuntamiento de Santander fue la gran demagogia utilizada por el alcalde de la Serna contra el Gobierno de Cantabria en relación con los impuestos y tasas regionales que según él, gravaban a los santanderinos.

Los hechos son los hechos y no opiniones, y no engañan: Incluyo sólo tres perlas, correspondientes a extractos de Actas de tres plenos municipales en lo que el Partido Popular y el Alcalde utilizaron los siguientes argumentos:

En el pleno municipal de 30 de octubre de 2.008, y así consta en el Acta, Iñigo de la Serna decía textualmente «El Sr. Alcalde considera que el mecanismo correspondiente para la defensa de los santanderinos es en este Pleno, porque si no pueden aprobar la petición al Gobierno de Cantabria para que no incremente las tasas por encima del IPC, no sabe cuál es su función. Considera que los motivos por los que el Partido Socialista y el Partido Regionalista subieron un 20 % las basuras sin avisar a los Ayuntamientos y cuando ya habían aprobado las Ordenanzas Fiscales, se debe, en primer lugar, porque de esa manera no se podía incorporar a las Ordenanzas; en segundo lugar, porque eran perfectamente conscientes de que quien pasaría el recibo al vecino con el incremento iba a ser el Ayuntamiento, ya que en caso contrario no lo harían, escudando al Gobierno de Cantabria de una política fiscal que está totalmente fuera de lugar«.

En resumen, a juicio del Alcalde de Santander, el Gobierno de Cantabria «pisoteó» la autonomía local al subir las tasas de manera unilateral, y afirma que subir el 20% las mismas es una política fiscal «fuera de lugar». Justamente lo que el Gobierno de Ignacio Diego acaba de hacer: subir las tasas unilateralmente, y no sólo el 20%, sino el 30%. Debe ser que el 30% para el Alcalde es estar en su lugar, y el 20%, no.

En el pleno municipal de fecha 27 de noviembre de 2.008, Iñigo de la Serna decía: «En consecuencia, los representantes de los vecinos de Santander, que les han elegido para defender los intereses de Santander, deben votar hoy en este Pleno si están de acuerdo con que suba el 20 % la basura o si, por el contrario, se pide que se adapte al IPC; el debate es sencillo y, posteriormente, se levantarán las manos para decir si se está a favor o en contra de que se suba la tasa de tratamiento de residuos, y para pedir al Gobierno de Cantabria que rectifique, en estos momentos de crisis económica, en que las familias y las empresas, los comercios, etc., están pasando una difícil situación, y no suba el 20 %, que supone un 116 % desde hace cinco años y un 40 % desde hace dos años.»

Aqui ya apuntaba que los concejales de Santander, Alcalde incluido, deben defender estrictamente los intereses de Santander y sus vecinos. Que es exactamente lo contrario que lo que ha hecho el pasado 16 de febrero y el acuerdo unilateral del Gobierno de Cantabria de elevar las tasas el 30%. Un buen ejemplo de coherencia política.

En el pleno municipal de 29 de octubre de 2.010, Iñigo de la Serna decía, y refleja el Acta de la sesión: «Considera que la propuesta que se somete a votación es muy sencilla, ya que se trata de si están de acuerdo o no con que el Gobierno de Cantabria suba a los santanderinos los impuestos en las cantidades que han planteado en el Presupuesto Regional; que si defienden al Gobierno en una actitud que, a juicio del Grupo Popular, es discriminatoria e injusta hacia a los ciudadanos de Santander; o que si defienden a los santanderinos, que son quienes les han votado. Por eso espera que se sumen al voto del Grupo Popular que propone lo mismo que el punto del orden del día sobre las tasas: que no es el momento para que las familias tengan que sufrir un incremento desmesurado de impuestos; por lo que por coherencia en el planteamiento político, ya que han votado a favor de las tasas, tienen la obligación de votar en el mismo sentido para que el Gobierno de Cantabria no suba las tasas a los santanderinos en las cantidades que se han acordado.»

Este argumento retrata perfectamente la demagogia del Alcalde de Santander y del Partido Popular con este silogismo: Si se defiende a los santanderinos que nos han votado hay que estar en contra de tasas que desde el Gobierno de Cantabria suben en gran porcentaje y que perjudican a las familias santanderinas. Que es exactamente y de manera brutal lo que acaba de hacer el Presidente sr. Diego del Partido Popular.

Hay veces que el paso del tiempo pone en su sitio las políticas de demagogía y de mero acoso y derribo a otras instituciones, que es lo que el sr. de la Serna ha estado haciendo durante cuatro años desde el Ayuntamiento de Santander contra el Gobierno presidido por el Sr. Revilla.

Y la prueba del algodón sobre los argumentos utilizados en la pasada legislatura, permiten  diferenciar lo que es defensa de Santander y sus ciudadanos, de lo que es el uso partidista de una institución (Ayuntamiento), como ariete contra otra (Gobierno de Cantabria).

Lo aprobado en el consejo de gobierno del 16 de febrero de 2012 será recordado como uno de los mayores retrocesos del estado de bienestar social de la historia de Cantabria.

Pero también y no menos importante el día será recordado como el día que el sr. de la Serna quedó en evidencia, en su uso de la demagogía y el partidismo.

Ni el mismo esperaría cuando dijo aquello, que en mayo de 2.011 el Partido Popular gobernaría en Cantabria ni que tomaría medidas tan impopulares como el «sartenazo» que el Gobierno de Cantabria ha metido con la subida de un 30% en las tasas de saneamiento y de recogida de residuos, el pasado 16 de febrero.

Pero, lejos de rectificar, el Alcalde de Santander «ha mostrado todo su apoyo y respaldo al presidente de Cantabria, Ignacio Diego, que, a su juicio, realizó un enorme ejercicio de responsabilidad como gobernante, motivado por su compromiso con Cantabria y con todos los cántabros». Como si las subidas del anterior Gobierno fueran un mero capricho, y las de ahora son de responsabilidad política.

Está claro que en su caso, ante todo, la disciplina de partido, por encima de la defensa de los santanderinos y sus bolsillos.

A estas alturas, a poca gente coge de nuevas los engaños masivos que el Alcalde de Santander lleva haciendo años a los santanderinos con la venta de humo y de proyectos que nunca se consiguen. Pero el hecho de que tanto en el Gobierno de Cantabria como en el Ayuntamiento de Santander gobierne el mismo partido, el Partido Popular, desenmascara su labor política y le sitúa en una posición incomoda por entrar en contradicción lo que le impone su partido con sus propias palabras del pasado. Eso nos pone en una nueva visión de las políticas del Partido Popular en la Casona, que conforme avance la presente legislatura van a ir repitiéndose cada vez más.

Es «la prueba del algodón», que ya ha llegado. Y el algodón no engaña.

Juegos de palabras: «La Reforma Laboral»

El 10 de febrero el Consejo de Ministros aprobó por Decreto-Ley la que según denomina «Reforma Laboral», con el fin declarado de crear empleo e incentivar la contratación.

La situación de crisis económica que ha elevado la cifra de desempleo por encima de los 5 millones de personas en el conjunto del Estado, ha servido al Gobierno del Partido Popular como puesta en escena de un escenario dantesco y apocalíptico donde la única medida posible a adoptar era la que denominan «Reforma Laboral».

Las medidas que han sido dadas a conocer suponen en resumidas cuentas una clara desrregulación de las relaciones laborales y una mayor flexibilización de la contratación y despido de trabajadores.

Medidas que desde hace años vienen produciéndose en el marco de las relaciones laborales, pero que en ningún aspecto parece que puedan cumplir el objetivo para el que se han promulgado: la creación de empleo.

El proceso de destrucción de empleo tiene otras causas y orígenes bien distintos a la regulación de los contratos laborales, y a procesos de flexibilización en el despido. Al menos, desde algunos miembros del Gobierno ya han cambiado públicamente el objetivo último de la «Reforma Laboral». El ministro de hacienda, Sr. Montoro, ha cambiado el paso reconociendo que «la «Reforma Laboral no creará empleo, pero permitirá cortar la sangría de destrucción de empleo». Es decir, por reconocimiento de parte, esta «Reforma» no creará empleo.

Por lo tanto, el engaño masivo al que nos ha sometido el Gobierno lanzando lemas del tipo «Reforma Laboral»= «Creación de empleo», no ha sido mas que un «slogan» publicitario ante un marco caracterizado por un desempleo galopante y unas medidas desde el Gobierno que pretenden de manera encubierta recortar derechos, desrregular el mercado laboral, precarizar el empleo y flexibilizar aún más si cabe el despido laboral.

Si lo hubieran explicado con las palabras que realmente explican lo que se nos viene encima: «recortar», «desrregular», «flexibilizar», «precarizar», desde un principio, nos hubiéramos entendido todos mejor, pero seguro que la reacción popular hubiera sido mucho mas desfavorable desde el minuto uno.

En cualquier caso, a medida que las normas se vayan desgranando, todo el panorama se verá más claro. A pesar de ello sería de agradecer que no sigan jugando con las palabras en una situación económica como la actual.

No hay nada como llamar al pan pan y al vino, vino. Aunque el Gobierno se dedique a hacer «juegos de palabras».

El despropósito de la página web del Parlamento

Más vale tarde que nunca, pero ¿es esto una política 2.0? La nueva página web se planteó para interactuar con la sociedad. Un buen objetivo… ¡Pero a que costo! (más de 300.000 euros).

Al instante en las redes sociales y la opinión pública surgieron críticas por la falta de austeridad y despilfarro de tamaña cantidad de dinero.

Y además, desde profesionales que conocen el tema, consideran el trabajo mas asequible que la cantidad de partida en la licitación del concurso.

Tras los meses preceptivos del procedimiento se presentan 10 empresas a la licitación y se procede a la apertura del primero de los sobres del concurso.

Y entonces al Presidente del Parlamento, tras cuatro meses de furibunda defensa del proyecto en todos los medios, le entra un ataque repentino de austeridad y sensatez y decide cancelar concurso y suspender el proyecto de renovación de la web.

Y llegan las  preguntas:

Una, ¿por qué una cosa que hace cuatro meses era una inversión imprescindible de realizar, ahora de repente ya no lo es? Incomprensible la falta de planificación.

Dos,¿por qué se les ocasiona a 10 empresas, que con buena fe realizan su oferta con un gasto económico para ellas apreciable, un perjuicio económico irreparable y unas expectativas frustradas? Comportamiento perjudicial para las empresas cántabras y la creación de empleo.

Y tres, ¿por qué se origina un procedimiento administrativo de adjudicación de un concurso que conlleva un gasto para las arcas públicas del Parlamento de Cantabria y por tanto para sus ciudadanos? Decisión Dañina para el bolsillo de los cantabros.

Mi conclusion:

El Presidente del Parlamento debió de haber pensado los pros y contras de ese proyecto y su elevado coste económico. No lo hizo. Absoluta improvisación y falta de planificación.

Sí convocar a 10 empresas a realizar un esfuerzo por presentar una oferta económica y técnica y que no sirve para ninguna de ellas es lo que el Partido Popular entiende por crear empleo ya podemos agarrarnos que vienen curvas peligrosas para el empleo en Cantabria.

Sí al mismo tiempo, por procedimiento negociado sin publicidad, se adjudican dos paginas web de empresas del Gobierno de Cantabria a la misma empresa por importe cada una de ellas de 60.000 euros cerramos el círculo de la tomadura de pelo a empresas que arriesgan su dinero al presentarse a un concurso y la nula igualdad de oportunidades que tienen las empresas en Cantabria.

Desarrollar un concurso de este tipo origina gastos de publicidad y convocatoria para el Parlamento que no han servido para nada. Mas déficit por el despilfarro del Partido Popular. Lo contrario de lo que pregonan.

Concluyo. Este caso es uno de los ejemplos que mejor representa lo que lleva haciendo el PP al frente del Gobierno de Cantabria en seis meses.

Visto lo visto, el trabajo institucional tiene mucho que mejorar sí queremos que la política favorezca a los ciudadanos.

La participación como motor político

«Para responder a las necesidades de la población debemos caminar tres lunas con los mocasines de la gente» (Proverbio Indio)

He considerado que los objetivos fundacionales de cualquier partido político deben marcar el eje de trabajo de la organización.

En mi caso, el PRC de Cantabria tiene entre sus objetivos fundamentales la escucha activa de las clases populares en todas las inquietudes y necesidades, y la cercanía en la forma de hacer política como herramienta del día a día de la participación ciudadana que el propio PRC debe ofrecer.

El retroceso electoral experimentado en los principales municipios en los pasados comicios, exige mas que nunca la potenciación y el impulso del propio PRC como organización política.

Ello implica, sin duda, hacer un partido mas fuerte si queremos cumplir esos objetivos. Nuestro desafío en este contexto pasa por la mejora continua de la organización y la acción política como motor para conseguir nuevas metas.

Un paso más en lo que algunos llaman la Política 2.0, que supone ni mas ni menos que nuevas formas de hacer política Regionalista: fórmulas en las que el Regionalismo que hacemos desde el PRC sea mas participativo y que permita involucrar mas activamente a los ciudadanos en las decisiones altruistas relativas a los asuntos públicos.

Un concepto emergente ligado a un conjunto de actitudes y valores relacionados con la participación, la cercanía y el diálogo directo con el ciudadano, elementos ya interiorizados por el ADN del PRC desde su fundación y que aportaría sin duda valor añadido a la organización.
El modelo tradicional de hacer política basado en el mensaje unidireccional,y que no permite interactuar suficientemente, debe evolucionar con los nuevos tiempos.Y en ello, las Nuevas Tecnologías deben jugar un papel fundamental.
Cada vez mas estudios hablan de la emocionalidad y el comportamiento humano en las organizaciones como parte de la mejora continua. Por ello, el PRC debe avanzar hacia valores de horizontalidad, cooperación, igualdad de oportunidades y participación que predominan en la nueva Política 2.0.
Se debe tender cada vez más, a la meritocracia, a que cada militante es influyente en función de lo que comparte y transmite a la sociedad, en un ambiente de igualdad de oportunidades y de absoluta democratización de ideas y opiniones, elementos no presentes en la mayoria de los partidos políticos, que necesitan de una mayor apertura, transparencia, participación de las bases y democracia interna.
Debemos abrirnos más hacia la sociedad, asumiendo cambios culturales, estructurales y orgánicos hacia unos valores que cada vez son más predominantes en la sociedad actual.
Ese será nuestro hecho diferencial que nos hará salir mas fuertes de la actual coyuntura, mas cercanos, y con una estructura perfectamente adecuada a los nuevos tiempos.
Hace falta voluntad y ganas por parte de quienes componemos el Partido, de dar pasos en esa dirección, dando voz a los ciudadanos en las decisiones políticas. Y evitando los estados de conformismo que inhiben la participación. » Vivir en una burbuja no es bueno».

Los ciudadanos como pretexto

El motivo de que una persona se adentre y participe en política es principalmente una vocación o una inquietud por ayudar a los demás, enmarcado en la participación en lo que se denomina el servicio público.

Al menos es la idea por la que hace diez años me afilié a un partido político, y en esas sigo: en aportar pequeños granitos de arena para arreglar o contribuir pequeñas/grandes cosas.

La política municipal y la responsabilidad que he desempeñado durante cinco años ya como concejal en el Ayuntamiento de Santander me ha permitido ver un poco de todo, desde concejales de todos los partidos que trabajan honradamente y desde su visión de las cosas, horas y horas, hasta quienes no pegan un palo al agua. Es decir, como la sociedad en su conjunto.

Pero por las características especiales de ser el Ayuntamiento de la capital de Cantabria, siempre ha existido una tendencia de los equipos de gobierno municipal del Partido Popular en realizar políticas no estrictamente municipales, y más bien de ariete político y victimismo que suponen poco, o más bien nada, de beneficio para el ciudadano a pie de calle.

La pasada legislatura fue un claro ejemplo, que en mi caso, como concejal de la oposición, me tocó sufrir. Posturas sectarias y una escenografía política de victimismo fingido por partes iguales que relegaban la gestión municipal a un segundo plano en plena crisis económica. Una vergüenza con la que está cayendo.

Los resultados electorales de 2011 han arrojado el control total del Partido Popular en la administración del Estado, de Cantabria y de Santander. Un panorama que, al menos en teoría, dejaría las aguas municipales remansadas y en paz. Sin tanta tensión fingida desde el Ayuntamiento, el equipo de gobierno municipal podría dedicarse a lo que preocupa realmente a los ciudadanos. A crear empleo, a generar más igualdad en los barrios, a hacer más políticas sociales, en una palabra, a crear más calidad de vida. Pero la realidad, en el desarrollo de la legislatura en sus primeros movimientos, está siendo lo contrario realmente: los primeros presupuestos de cantabria que realiza el Partido Popular se olvidan de Santander a diferencia del anterior Gobierno, y la Consejería de Urbanismo bloquea el PGOU alargando su proceso un año más y retardadando un Plan de Urbanismo que lleva redactando el Partido Popular desde 2005, con resultado infructuoso.

No seré yo quién entre a dar o quitar razones al Gobierno o al Ayuntamiento. No caben excusas, pues siendo del mismo partido ambas instituciones, no cabe vender más humo de la lucha partidista. Es una cuestión mucho más grave.

Se trata de las luchas subterráneas de poder en las que lo que realmente preocupa a los ciudadanos, que es su propio bienestar, quedan en segundo plano. Pues quién tiene que gobernar pensando para ellos secuestra a los ciudadanos y los utiliza como arma arrojadiza para sus propios objetivos personales y políticos. ¡Ojo! Estando ambas instituciones en manos del mismo partido y con mayoría absoluta!. Es el ejemplo de la utilización de los ciudadanos como excusa, como pretexto.

Para calificar esta situación que vivimos en Santander, valdría aquella exclamación que afirmaba un conmilitón: ¡¡¡Cuerpo a tierra, que vienen los de mi partido!!!

Compromiso ciudadano

Las sensaciones que dejan los resultados de las pasadas elecciones generales del 20-N no pueden dejarse de lado ni ocultar la reflexión. Se avecinan en los próximos tiempos un avance del conservadurismo y un retroceso de las políticas sociales, las que de verdad reducen las fracturas sociales y matizan o atenúan las desigualdades existentes. Y eso, no le pasa desapercibido a nadie con un poco de sensibilidad. Descorazonador.

Pero la recarga de baterías ha llegado de manera rápida e inesperada. Ayer, jueves 1 de diciembre, tuve la oportunidad de acudir a una manifestación convocada por tres Asociaciones de vecinos de la Ciudad: Cabildo de Arriba, Tetuán y Barrio Pesquero. Tres zonas históricas y emblemáticas de Santander. Y por desgracia, abandonadas, y a las que los equipos de gobierno municipal del Partido Popular las ha dado la espalda sistemáticamente.

La asistencia se pudo cifrar en dos centenares de vecinos, hartos del abandono de estas tres zonas. El Cabildo de Arriba, que languidece pese a que la muerte de tres personas en un derrumbe aun no juzgado, hace casi hoy cuatro años, activó de cara a la galeria las actuaciones municipales, pero la realidad, es que las cosas siguen casi igual. Tetuán, antigua zona de los pescadores de Santander junto con el Cabildo de Arriba, que tiene en sus entrañas un edificio en el que 29 familias vieron hace tres años arder sus viviendas y que el Alcalde no les permite rehabilitar amparándose en cuestiones técnicas que suenan a excusa. Y por último el Barrio Pesquero, el barrio marinero por excelencia y en el que las seguridad y calidad de sus viviendas se ve amenazado, y que el Alcalde de Santander les ha aprobado unas ayudas económicas que no son las que ellos piden y necesitan, y que además, no recibe ni escucha a los vecinos. La música de «vender la moto y no escuchar» empieza a ser muy repetitiva en esta Ciudad.

No es el número de personas que asisitimos a la manifestación por el centro de Santander, ni los problemas específicos que tiene y padecen estas zonas entrañables de Santander, el motivo que me lleva a escribir en mi blog.

Lo que vi fue personas comprometidas con su barrio, con su entorno. Conscientes que las cosas tienen que cambiar no sólo por su bien, sino también por el de sus vecinos, y el de las futuras generaciones que habiten en sus zonas. Vi compromiso decidido, un compromiso colectivo que me hace albergar esperanzas de que esta Ciudad puede cambiar.

De la resaca post-electoral gris y con panorama incierto, me he entrado en vena un compromiso ciudadano renovado. De la confianza que los centenares de personas concentradas en la Plaza del Ayuntamiento, y su portavoz, Yolanda Fernández me transmitieron, cuando leyeron el manifiesto conjunto y declararon, que siendo 10, 50, 100 ó 200, o 1.000, las necesidades de los barrios deben ser atendidas, y que la razón ampara al ciudadano que demanda mejoras en su calidad de vida. Que no es una cuestión de número, sino de bienestar para todos incluidos los que menos tienen.

Y asi, de buenas a primeras, pensaba acudir a una manifestación ciudadana, y volví a casa inyectado de un compromiso renovado con los ciudadanos de Santander, que me hacen albergar mucha esperanza y confianza en el futuro cercano. Toda una renovación de espíritu. Y falta hace.